martes, 1 de diciembre de 2015

BAJO LA MISMA ESTRELLA

Bajo la misma estrella John Green
Bajo la misma estrella, John Green


A Hazel le gusta leer libros pretenciosos y ver telebasura, leer poesía y dormir (además tiene la excusa de que es bueno para el cáncer) y le gustaría que sus pulmones funcionasen como unos pulmones normales. Su madre cree que está deprimida, así que empieza a ir a un grupo de apoyo todos los miércoles. Aunque, en realidad, no hay nada más deprimente que un grupo en el que cada día la lista de compañeros por los que rezar es más larga. Precisamente el día en el que conoció a Augustus Waters, fue el día en el que casi consiguió escaquearse para quedarse viendo un maratón de America’s Next Top Model.
Lo primero que pensó de Augustus Waters, para qué negarlo, fue que era muy guapo. Aunque con una personalidad tan arrolladora como la suya, su físico pronto pasó a segundo plano. Es carismático, hablador, divertido, le gustan las metáforas y filosofar, y siempre parece saber qué decir. Estaba en el grupo de apoyo acompañando a un amigo, aunque él también había tenido cáncer. Hazel leyó el libro favorito de Augustus, Augustus leyó el libro favorito de Hazel y lo demás, como se suele decir, es historia. Aunque en este caso es una historia tan peculiar como sus protagonistas, que arranca cuando Gus trata de localizar al autor del libro favorito de Hazel y continúa mientras ambos intentan ignorar el fantasma de su enfermedad.
No te vamos a engañar: Bajo la misma estrella es un libro sobre el cáncer, porque todos sus personajes sufren la enfermedad directa o indirectamente, pero no es un «libro sobre el cáncer», porque no cae en los tópicos propios del género. Es un libro con el que se ríe más que se llora, que te hace reflexionar más sobre la vida que sobre la muerte, que no idealiza la enfermedad ni glorifica a sus víctimas, que no ahonda en los malos momentos y a la vez resulta profundamente conmovedor.
La historia es interesante, pero el gran acierto de John Green (aparte de crear dos protagonistas fantásticos) es el enfoque que le da. La narración es ágil e ingeniosa, y está llena de sarcasmos y comentarios políticamente incorrectos. Hay momentos de bastante complejidad, tanto literaria como filosófica, que no ralentizan la lectura (ya elegirá cada lector cuánto tiempo dedicar a los pensamientos del autor). John Green no endulza la realidad de los protagonistas para complacer al lector, y la franqueza con la que trata el tema es precisamente uno de sus grandes triunfos.
Podríamos seguir señalando las virtudes de la novela y escribir una reseña el doble de larga que esta, pero dejémoslo así: Bajo la misma estrella es el libro que regalas cuando quieres acertar, la novela que recomiendas cuando quieres demostrar que la literatura juvenil tiene calidad, y uno de esos pocos libros que querrás releer (probablemente más de una vez) porque es tan extraordinario que resulta difícil de creer, y sabes que con cada relectura te volverá a sorprender su genialidad.

viernes, 2 de octubre de 2015

TIENES UNA SOLICITUD DE AMISTAD


   Marta ha cumplido 15 años. Se siente feliz cuando se mira al espejo. Desde este verano ha empezado a notar en su cuerpo los cambios que toda niña desea y que, en su caso, estaban tardando más de lo esperado. Los sujetadores deportivos han pasado a la historia. Lleva apenas una semana de clase y todos sus compañeros hablan de ella. ¿Habéis visto a Marta? ¡Cómo se ha puesto! ¡Está buenísima! ¿Qué le ha pasado? Si el año pasado era una esmirriada, pequeñita, delgaducha… antes siempre había pasado desapercibida. Su cara perfecta, sus bonitos ojos negros y sus labios perfilados unidos a su corta estatura y su extrema delgadez la hacían una niña muy mona, pero una niña al fin y al cabo. Sus abuelos siempre le decían que cuando pegara el estirón y su cuerpo se desarrollara iba a ser la mujer más guapa del mundo entero. Y aunque fueran sus abuelos en algo tenían razón y es que ahora Marta es una chica muy muy atractiva.

   Posa frente al espejo con el teléfono móvil. Culito respingón, espalda erguida, pecho levantado, cabeza ladeada y morritos a la cámara. Nueva foto de perfil.

   Nunca se hubiera imaginado lo que en los próximos días le iba a suceder. Cómo alguno de los actos que se hacen llevados por un impulso incontrolado y sin sentido puede cambiar la vida, y dejar una marca en el corazón que la acompañará siempre.